jueves, febrero 02, 2006

Tintas. Ciudad.

Bitácora del Navegante. Tintas.

Húmedo en la ciudad caigo,
como un pequeño grano de arroz
en un cuenco de madera.
Si es que en el fondo resbalo,
o no refugio la vida
en las paredes con grietas,
la boca gris de la ciudad me come.
Por eso muevo mi cuerpo de arroz,
entre edificios centinelas
y altos muros vigilantes.
Se mueven, los granos de arroz,
sin temor al Guardiacarcel:
en el cuenco se guarda el alma,
y si acaso alguna
se prende al vuelo de un sueño
y se eleva hacia la libertad,
un lienzo de cielo gris,
cosido al borde de las terrazas,
devuelve al suelo
un suspiro breve
suave,
como de lluvia.


SIF