miércoles, diciembre 07, 2005

Tintas. Una historia real.

No cuenta con diez,
y sola se ocupa
de los altos asuntos
que a sus padres convienen.

No cuenta con diez,
y con su mejor ajuar
elige obsequios,
de rodillas, arrodillada.

A los diez la vida la pinta,
como la trata:
niña de sangre roja,
de manos oscuras.

Lejos del azul, carita sucia,
te regalo un título real: Princesa,
y que se acabe del todo,
la poca nobleza del mundo.