sábado, agosto 06, 2005

Pensares. Sabor amargo.

Bitácora del Navegante. Pensares.

Duque, si fuiste vos...

Sé que ésta semana fuiste lastimado:
yo mismo atendí tu carne rota.

Pero hoy que aprendiste a supurar la venganza,
en el sabor de la sangre extraña, inocente,
pregunto;
duelen menos tus heridas?

Sólo mi culpa aumenta con el crimen...

...

Cayó el libro que siempre se toma en el crepúsculo,
y como un perro herido rodó a mis pies mi capa.
Siempre, siempre te alejas en las tardes
hacia donde el crepúsculo corre borrando estatuas.

Poema 10, Pablo Neruda