Oratorio. Paisajes del Alma.
Bitácora del Navegante. Oratorio.
Busquen a Yavé todos ustedes,
Mediodía, según los artefactos.
El cielo no dice hora, amenaza,
No permite consultar, sino atisbar
En su mal humor, su tempestad.
Con los Tres, entre las piedras,
Busqué un lugar apartado,
De un lugar de por sí apartado,
En el que sólo dos pescadores
Buscaban compartir el silencio.
Preguntas. Llega un momento
En que todo se vuelve preguntas.
Y comenzó a lloviznar
Llovizna tenue y tenaz
Que me hizo refugiar los libros
Y defender una ropa seca.
El río, lavado de lluvia, sugerente,
Me llamaba.
Y la llovizna, suave
me alentaba.
Me senté con mis preguntas
En una piedra rectangular
Aferrada con fuerza por las olas,
Como si protegieran su dominio.
Mitad de mí dentro del agua,
Y otra mitad, debajo del agua.
Los dos mundos del paisaje,
Que dividen la línea del horizonte
Estaban siendo, milagrosamente,
Unidos por mi unido ser. Como si no?.
Yo era uno, pero estaba bajo el agua,
Y también, dentro de ella. Parte y parte.
Pero era uno, y todos Uno: Agua de cielo
Agua de río, antes, después y ahora.
Soy un ser complejo, pero no fragmentado:
Una serie de paisajes, dentro de paisajes,
Que, como un lápiz en un vaso de agua,
Parece quebrarse, pero es uno... todo es uno.
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