lunes, diciembre 27, 2004

Pensares. Rumbos.

Bitácora del Navegante. Pensares.


«No vayas afuera,vuelve a ti mismo;en el hombre interior habita la verdad»
San Agustín
Ella se marchó a Italia.
Vos estás planeando dirigirte al Este.
Y yo al Sur.
Al menos nosotros dos queremos buscarnos en el futuro. No debemos ser los únicos.
A veces pienso que sé cabalmente que el viaje es interior. Pero el exterior nos sacude tanto, nos entretiene, nos dispersa, que no podemos caminar hacia adentro, buscar la huella de nuestra esencia, de lo que somos, o queremos ser.
Lo que más me molesta de la idea de irme, es considerarla un escape. No me gustan las cosas fáciles, desconfío de ellas.
Mi barco está en el agua, preparado para cualquier destino.
Quiero partir para encontrarme. No sé si tenga fuerzas para hacerlo en éste mismo puerto. Quizás necesite hacer de hijo pródigo; quizás sea inevitable.
No descarto partir, pero tampoco voy a abandonar mis deberes de Capitán.
Cuando pase la tormenta, si los cofres de oro de mi corazón siguen vacíos, si no encuentro mi lugar en el mapa, tal vez ponga proa hacia el mar antártico, tal vez.
Sé muy bien que, aunque tenga que partir para volver, mi viaje estará completo.
"...El análisis de estos testimonios, nos permite advertir que los Hombres Sensibles de Flores habían captado el sentido del viaje corto. Y esto es un acierto que no muchas personas han sabido aplaudir. Deshechada la idea de enfrentar dificultades extremas (pantanos, montañas, antropófagos), tanto puede uno encontrar aventuras en Leipzig como en Lanús...
Casi todo el mundo piensa que viajar le da setido a la vida. Muchas personas se corren hasta Italia, obtienen allí centenares de fotografías y vuelven luego enriquecidos, aunque más no sea, con un nuevo tema de conversación.
Esto es aburrido pero no perverso.
Mucho peor son aquellos que dicen viajar para encontrarse a sí mismos.
En que consiste este viaje? No se sabe bien. Quizá un lechuguino gasta sus ahorros en un pasaje a Calcuta. Una vez en esa ciudad, empieza a buscarse minuciosamente. Pregunto: y si no está? Debe ser francamente desalentador recorrer una distancia tan grande para vivir un desencuentro.
Por lo demás, bien se dice que uno no encontrará en sitio alguno nada que no haya llevado consigo. Para comprender que uno es un tonto, no es necesario trasladarse a Katmandú...
Quien escribe coincide, por una vez, con el mentor de Flores. No está mal contemplar las catedrales góticas, los canales de Venecia o la gran muralla. Sí esta mal creer que esas contemplaciones darán sentido a la vida. Para encontrarse a uno mismo no es necesario caminar mucho. Se los digo yo, que me he rastreado por todas partes y me encontré en el patio de mi casa, cuando ya era demasiado tarde."
Crónicas del Angel Gris, Refutación de los Viajes, Alejandro Dolina.