martes, octubre 19, 2004

Pensares. Pregunta y Paradoja.

Bitácora del Navegante. Pensares.

Paradoja: Servidor servido.
Es de público y notorio conocimiento, que a las empresas telefónicas (por nombrar un caso) se las suele denominar "Prestatarias de Servicios".
Más notorio es cómo nos suelen dejar pagando (en el doble y costoso sentido) con la calidad del servicio que prestan.
Pero no tan notorio, aunque inaceptable por lo sarcástico, es la leyendita con que encabezan todas las notas, donde nos abrochan con algún argumento venido al caso.

A los ejemplos:
"Costo tramitación: Nos comunicaremos con Ud. para ver el costo de tramitación.
Estimado cliente: los costos de la tramitación serán debitados de las facturas telefónicas correspondientes.
Requisitos de tramitación: No tener deuda pendiente con Teleafónica."

Análisis breve, línea por línea:
1° Si tienen que "ver" cuanto te cobran, ahí si te llaman.
2° Quedaste pegado.
3° Quedaste afuera.
Conclusión: Sr. cliente, efectivamente, Ud., Es Timado! Y tengo el tupé de decírselo en la cara!

Pregunta. Notoria coincidencia.
Locutorio. Llamada pendiente. Enfilamos al local, cuando notamos que metros antes ( puede también ser enfrente) existe un teléfono público, con alguna ventaja:
1° La llamada mínima cuesta 0,20 (y no los imposibles "0,23").
2° En algunos, ponés un peso y acredita dos.
Sin embargo... hete aquí la posibilidad de descubrir, en base a la experiencia, la existencia de una regla secreta y misteriosa que debiéramos tener más en cuenta?
Si existiese, podría redactarse más o menos de la siguiente manera:
"Los teléfonos públicos ubicados a menos de 50 mts. de un Locutorio, jamás funcionarán: ya sea por carecer de tono, no poder introducir o tragarse las monedas. En el peor de los casos, de efectuarse la comunicación y colectar el dinero, se descubrirá no sin asombro , que el micrófono no anda, agregando a la indignación resultante, la preocupación del telefoneado que repetirá nerviosa y ascendentemente: quién es? sos vos? hola....Hola...HOla....HOLa...HOLA!!!, ante la impotencia del discante, quien terminará a los gritos pelados e inútiles, frente a la muchedumbre que pasa, sino indolente, feliz de no estar en su lugar".