lunes, octubre 18, 2004

Schökel: Peso en la balanza

Bitácora del Navegante. Descontexto.

Los hombres son un soplo,
todos juntos en la balanza subirìan
màs livianos que un soplo.
Sal 62,10

Juntemos millones y millones de soplos: no pesan? No pesa la atmósfera? Es que tu soplo es después el mío; el nuestro será el de nuestros sucesores. En un momento nuestro soplo o aliento se convierte en jadeo y al final lo exhalamos.
Los hombres inventamos balanzas engañosas, fabricamos pesas que nos convienen. Tomemos la constelación de la Balanza y pesemos en ella a la humanidad: qué pesa? Que pese Dios el universo en su balanza (Is 40,12). Y sin embargo, hay "un peso de gloria" para la humanidad redimida (Rom 8,17).