lunes, septiembre 20, 2004

Vagabundo

Bitácora del Navegante. Tintas.

Por un momento la ciudad me abandona;
la línea que divide dentro y fuera
es invisible, no se distingue.
Y solo quedo yo con mis dolores.
Con Todos los dolores:
que estando sólo, tu lágrima,
me rueda por el rostro a mi también.

Será entonces cuando la avenida me ignore,
despues de haberme ofertado tanto;
los autos pasarán;
pero el colectivo no viene.

Y en ese instante, una pregunta:
Que por qué te quiero...
Inquisición maliciosa y egoísta!
Te Quiero! Por qué el por qué?