miércoles, marzo 05, 2008

Mar agitado. Trombas marinas.

Bitácora del Navegante. Mar agitado.

Este fin de semana se vieron dos trombas marinas "hermanas" sobra la costa del Río de la Plata, a la altura del Partido de San Isidro.




"El fenómeno, inusual para la provincia, se originó a 18.30 cuando, a unos 200 metros del continente, una "aguja" centrífuga de viento que giraba a gran velocidad sobre un eje, descendió sobre el Río de La Plata.
En diálogo con Télam, uno de los voceros del SMN explicó que la "tromba", que giró en sentido horario, "es un fenómeno que se caracteriza por una nubosidad de gran energía".
En este caso "provocó ráfagas de viento de 40 kilómetros por hora y al avanzar sobre Río de La Plata y generó el efecto ´aspiradora´ que vieron los vecinos", detalló.
"Si el mismo fenómeno hubiese ocurrido sobre la tierra hubiese sido un tornado, pero ésto no es lo que ocurrió hoy", afirmó el vocero y agregó que las "trombas marinas" son similares a los tornados de muy poca magnitud. Su efecto de la "aguja centrífuga" duró 15 minutos y se luego disipó.
Según el vocero del SMN, el fenómemo es muy inusual en la provincia y está vinculado al mal tiempo en la Ciudad de Buenos Aires, donde se registra muy baja presión, y a las lluvias que afectaron el Partido de la Costa la semana pasada.
La Prefectura Naval Argentina (PNA) no había registrado hasta esta noche "ninguna novedad, ni emergencia, ni pedido de auxilio de navegantes" en el Río de La Plata.
Fuente: La Nación (texto y foto)




Vito Dumas, el gran navegante, cuenta en su libro "Los 40 Bramadores" su encuentro durante el viaje alrededor del mundo, casi llegando a Nueva Zelanda, con tres de estas trombas marinas:

“Salgo a reanudar mi guardia al timón y compruebo que el viento ha calmado. Las nubes son bajas. De pronto, el espanto. A mil metros, por el norte, se acercan tres trombas marinas. Las nubes bullen como hirviendo en un caldero colosal. Calculo en cerca de cien metros de diámetro cada tromba. Giran furiosamente, succionando el agua. No se sabe a ciencia cierta si se elevan hasta donde se encuentra el macizo de nubes. El espectáculo es aterrador, pero a la vez, de una trágica hermosura. Se trasladan rápidamente hacia mí. Virando, procuro zafarme. La maniobra es lenta por el poco viento. Los minutos, los segundos, resultan angustiosos. Por fortuna, pasan a quinientos metros del Lehg II. Siento una indecible sensación de alivio. La muerte me ha rozado”.

Trombas marinas: el terror de los navegantes, aunque no sea frecuente que el fenómeno produzca daños o afecte a las embarcaciones.
Pero la figura impacta. Agrega Vito:

"Se cuenta que un navío de guerra norteamericano quedó en el centro de una tromba para comprobar su capitán los estragos que ella le producía. Dicen que el saldo fue la rotura de unos botes salvavidas y averías menores en la obra muerta, pero hay que tener en cuenta que la defensa de ese barco fue su eslora: en cambio, con los nueve metros y cincuenta y cinco centímetros del Legh II, en el supuesto caso que me hubiera tomado una tromba, me habría absorbido, haciéndome girar furiosamente como lo hacía con el mar. Los resultados no quiero ni soñarlos."

Para los que no se conforman con el misterio y el asombro, aquí la ezplicación científica.
Salúd y más que nunca, buenos vientos.