lunes, abril 23, 2007

Tintas. Azul en fuga.

Bitacora del Navegante. Tintas.


El techo se desparrama de a poquito. Son colores azules, pequeños granos de cielo y mar, todos juntos pero absolutamente separados. Comparten una dirección -hacia abajo- pero pueden caer unos granitos para acá y otros para allá, de modo que así barren con todo el techo y con todos los ángulos del techo. Además, se mueven despacio pero inexorablemente, lo que es peor, porque uno sabe que caen, los ve caer sobre uno sin tener nada que hacer. Las paredes están selladas, por eso no sirve pensar en correr o en huir. Lo que sí viene a la mente es la pregunta "qué hago aca?". Es que también se nos encierra mentalmente, y las respuestas se escaparon todas antes: sólo queda una pregunta del tipo "como termino en este lugar?" o "por qué no giré en otra dirección?". No importa, importa que se cae todo en un azul profundo, se cae todo sobre uno mismo que también es todo en cierta forma, y formas y palabras y pensamientos y todo, todo se cae pero no, no se cae todavía, sigue flotando, sigue cayendo y es como una sentencia y es también una advertencia inútil.