lunes, junio 19, 2006

Homenaje. Enseña.



Bitacora del Navegante. Homenaje.

"Alumnos: Esta es la Bandera que creó Manuel Belgrano
en los albores de nuestra libertad, simboliza
a la República Argentina, nuestra Patria."

"La bandera nacional creada por Manuel Belgrano y enarbolada por primera vez en Rosario, el 27 de febrero de 1812, para cumplir con un imperativo de esa hora -distinguir al leal del adversario- fue mandada a guardar por orden del Triunvirato y hasta el día de hoy nadie sabe a ciencia cierta dónde está.
El 18 de julio de 1812, Belgrano le escribía a un furioso Bernardino de la Trinidad González Rivadavia (el verdadero nombre de Bernardino Rivadavia): "La bandera la he recogido y la desharé para que no haya ni memoria de ella". ¿Deshizo el general aquella primera bandera o solamente la escondió? ¿Por qué fue obligado a tomar esa medida?
El 7 de febrero, Belgrano -que se encontraba en Rosario al mando del Regimiento 5 de Patricios- le había reclamado al Triunvirato: "Me tomo la libertad de exigir a V.E. que se declare una escarapela nacional para que no se equivoque con la de nuestros enemigos".
Su pedido fue resuelto con premura: el 18 de febrero de 1812 se creó la escarapela nacional de las Provincias Unidas del Sur, con los colores blanco-celeste-blanco, es decir, inversa a la actual.
El 27, Belgrano volvió a escribirle al Triunvirato: "Siendo preciso enarbolar bandera y no teniéndola, la mandé a hacer celeste y blanca, conforme a los colores de la escarapela nacional. Espero que sea de la aprobación de vuestra excelencia".
Ese día, no se sabe si él mismo o uno de sus soldados, izó la enseña patria por primera vez en la batería Independencia, frente a las barrancas del Paraná, cerca de donde está emplazado el Monumento a la Bandera. No hay registros históricos de quién la bendijo y tampoco de cómo fue la ceremonia de juramento.
¿Fue Belgrano el mentor de sus colores? No podría asegurarse, ya que el general, en aquella carta, decía que la había mandado a hacer "conforme a los colores de la escarapela" creada por el Primer Triunvirato.
¿De dónde surgió entonces la idea? Mucho antes, durante las invasiones inglesas, los Húsares de Pueyrredón habían llevado en sus uniformes un distintivo celeste y blanco; lo propio hicieron los soldados correntinos y el ejército de los Pardos; y el sombrero de los Patricios de Buenos Aires también llevaba un penacho blanco con la punta celeste.
A Fernando VII ya le gustaba
lucir la celeste y blanca
Desde el siglo anterior, el estandarte del Consulado español en Buenos Aires -adonde Belgrano se había desempeñado como cónsul desde 1794- llevaba dos bandas celestes y una blanca, debido a que la Inmaculada Concepción, cuyo vestido tiene esos colores, era su patrona; y a que así era la banda real de la Orden de Carlos III, creador del Virreinato del Río de la Plata.
Fernando... antes que lo mandaran a la...
Madre Patria!
Los miembros de la Sociedad Patriótica que adherían a las ideas de Mariano Moreno, y que por esto habían sido desplazados por la Junta en 1811, también usaban el distintivo celeste-blanco-celeste.
Al crear la escarapela nacional en 1812, el Primer Triunvirato tomó esos colores, pero los dispuso a la inversa.
El celeste y el blanco figuraron también como insignia de la soberanía castellana y aragonesa, en la banda de los Reyes Católicos que los partidarios de Fernando VII y la Junta Gubernativa usaron en oposición al rojo de los partidarios de José Bonaparte.
Otro Fernando con la blanquiceleste
(este es posta)
Como puede verse, alguna de estas razones, o quizás su conjunto, influyó para que, primero, la escarapela nacional, y enseguida la bandera, tuvieran esos colores y no otros.
Pero todavía hay más: azul era el color del Imperio Inca, y es harto sabido que Belgrano era partidario de instaurar en las Provincias Unidas del Sur una monarquía de raíz incaica.
La cuestión fue que a poco de crearla, el general se vio precisado a esconder o destruir la bandera. ¿Qué había pasado? Existía el temor de que si en ese momento las Provincias Unidas declaraban su independencia de España -lo cual era de preverse, al tener bandera propia- los ingleses se sumarían a los españoles, de quienes eran oficialmente aliados, contra los patriotas. Escarapela sí, pero bandera no tanto, fue el razonamiento.
Había que disimular los ímpetus independentistas y procurar el apoyo inglés, así que el 3 de marzo, Rivadavia le ordenó por carta a Belgrano que guardara esa bandera y erigiera a cambio la que se usaba en el Fuerte de Buenos Aires, que no era otra que la española. Pero la carta llegó a Rosario cuando el general se encontraba en viaje a Jujuy, para hacerse cargo del Ejército del Norte; así que una vez allí festejó el 25 de Mayo con una bandera celeste y blanca, que no fue la de Rosario: "Por primera vez veis la Bandera Nacional en mis manos, que ya os distingue de las demás naciones del globo", arengó a su tropa.Conocidos estos hechos, e ignorante de que Belgrano no había recibido su misiva, Rivadavia, que influía decididamente sobre el Triunvirato de Paso, Chiclana y Sarratea, lo acusó de desobediencia. Y fue ahí cuando el general prometió deshacerse de la bandera que había creado.
En 1813, el Ejército del Norte juró obediencia a la Asamblea con una bandera blanca con el escudo en el medio, que no era la original de Belgrano.
Una celeste y blanca recién se enarboló en el mástil del Fuerte de Buenos Aires en 1815. Hasta entonces, allí flameó la bandera española."
A Don Manuel Belgrano,
que nos quiso como Nación,
en celeste y blanco, Salúd.