lunes, noviembre 14, 2005

Tintas. Corazón desesperado.

Bitácora del Navegante. Tintas.

Las cosas se mueven a la velocidad del corazón del que contempla
Fast Forward
Qué espera el mío, sin paz un solo día?
Me pasa esta abominable cosa
de estar vivo,
para recordarte así como en tinieblas:
una imagen borrosa, e inalterable.
Sin embargo los días te suceden
y vaya uno a saber
cuánta esencia tuya queda en vos.
Yo guardo una poca, contra mí mismo;
que me resisto,
porque una cosa es amarte en el ardor,
y otra distinta,
conservar helado ese momento.
Entonces vivo, como no me ves,
como no te veo:
queriéndote imbécilmente,
hundido y desesperado
como quien cae en el inmenso océano
de la mala suerte;
justo en esa grieta,
volcado en esa asfixiante agalla
que separa el muelle
de un barco atracado.
Con la ineptitud alegre
de este corazón inquieto
y la desabrida confianza
de la razón brillante,
así te busco flor,
apasionadamente,
en un jardín marchito
que, no ignoro
ha muerto.

J.D. Matthys



Una esperanza un huerto un páramo
una migaja entre dos hambres
el amor es campo minado
un jubileo de la sangre
cáliz y musgo / cruz y sésamo
pobre bisagra entre voraces
el amor es un sueño abierto
un centro con pocas filiales
un todo al borde de la nada
fogata que será ceniza
el amor es una palabra
un pedacito de utopía
es todo eso y mucho menos
y mucho más / es una isla
una borrasca / un lago quieto
sintetizando yo diría
que el amor es una alcachofa
que va perdiendo sus enigmas
hasta que queda una zozobra
una esperanza un fantasmita.

El amor es un centro, Mario Benedetti.