miércoles, junio 01, 2005

Tintas. Mnemosyne.

Bitácora del Navegante. Tintas.
"...yo he sido Homero;
en breve seré Nadie, como Ulises;
en breve, seré todos;
estaré muerto."
El Inmortal, J.L.Borges
Voy consumiendo vida, voy,
inhalando momentos.
Devoro lágrimas,
sonrisas anónimas.
Secuestro la existencia por un tiempo.
Robo anécdotas de un pozo común,
vestido con las alegrías y los pesares
que bien podrían haberte pertenecido.
Mi corona es un corral
donde alimento los recuerdos;
que al final, también se irán
Cruzo las horas perseguido,
por la culpa y la impunidad,
de asesinar la flor de la vida,
y abonar con sus restos,
los instantes huérfanos de mi cementerio.

Pero tú, inmortal, aunque ya no te festeje la canción de los griegos,
como entonces, resuena a menudo, ¡oh dios del mar!,
con tus olas en mi alma, para que prevalezca sin miedo el espíritu
sobre las aguas, como el nadador, se ejercite en la fresca
dicha de los fuertes, y comprenda el lenguaje de los dioses,
el cambio y el acontecer; y si el tiempo impetuoso
conmueve demasiado violentamente mi cabeza, y la miseria y el desvarío
de los hombres estremecen mi alma mortal,
¡déjame recordar el silencio en tus profundidades!

"...Desde hace mucho, desde un tiempo acristalado en el mito la indisoluble copertenencia ha sido registrada. Se narra que quienes consultaban el oráculo de Trofonio en Beocia (actualmente la unidad fundamental -o nomos- de la división administrativa griega), encontraban dos fuentes la de la memoria y la del olvido. Los viandantes deberían beber de ambas si deseaban remitirse al oráculo de modo satisfactorio. Mnemosyne, que nombraba a la memoria, la poiesis y la vida. Leteo, que apellidaba al olvido, la muerte y el sueño. En sus intersecciones, gracias a sus brebajes, la poesía podía ostentar tanto su capacidad productiva como anticipatoria de los tiempos que ya residían en ella, aunque para la mayoría estuvieran por llegar de un modo peculiar e indirecto. .."

Un verano y un otoño más os pido,
Poderosas,para que pueda madurar mi canto,
y así, saciado con tan dulce juego,
mi corazón se llegue hasta morir.
El alma que aquí abajo fue frustrada
no hallará reposo, ni en el Orco,
pero si logro plasmar lo más querido
y sacro ante todo, la poesía,
entonces sonreiré satisfecho a las feroces
sombras, aunque debiera dejar
en el umbral mi voz. Un solo día
habré vivido como los dioses.
Y eso basta.

"...Nietzsche anidó justamente el pensamiento contrario y lo hizo en un sentido muy distinto: es absolutamente imposible vivir sin olvidar. Proclamó incluso el epigonismo (Gianni Vattimo, El fin de la modernidad) como la enfermedad de un hombre que experimenta una fiebre histórica devoradora: la saturación de saberes y de la conciencia del tiempo privó a este hombre de una propiedad clave: hacer la verdadera historia como creación (res gestae)... "
"...Derrida (en el prefacio de las citadas Memorias...) eligió la alegoría de Mnemosyne para rememorar e interpretar la escritura y el pensamiento de su entrañable y recién desaparecido amigo Paul de Man: pensador de la memoria, "Hölderlin de Estados Unidos", como se lo bautizó y en cuya obra se encuentra "un futuro legado y prometido". Mnemosyne es el nombre griego y femenino de la memoria. Según la escritura de Sócrates, la madre de todas las musas y se le nombra junto a Leteo, Atropos, y sus hermanas las Moiras, Cloto y Láquesis, las que hilan y cortan el hilo de la vida; ellas también son hijas de Zeus y de Themis. Además de presentarse como mitos, lo hacen como alegorías en un sentido estricto, pues encarnan personificaciones de la Memoria, el Olvido, la Muerte. Las historias que tejen estos espíritus, por nombrarlos de algún modo, son siempre historias familiares, de filiación en un sentido antropológico. Relaciones de descendencia, hijos e hijas. Mnemosyne era además la esposa con quien Zeus pasó nueve noches para dar a luz nueve musas. Ella reveló al poeta los secretos del pasado y lo introdujo en sus misterios. Mnemosyne es su ofrenda y su don, el doron de Sócrates que "es como la cera donde todo cuanto deseamos preservar en la memoria se graba en relieve dejando una marca, como la de los anillos, correas o sellos. Preservamos nuestra memoria y conocimiento de ellos, luego podemos hablar de ellos, hacerles justicia, mientras su imagen (eidolon) permanezca legible..."
La memoria y sus relatos, Rossana Cassigoli

"Nuestras nadas poco difieren:
es trivial y fortuita la circunstancia
de que seas tú el lector de estos ejercicios
y yo su redactor."