Tintas. Buenos Aires Rojo Shocking
Como en aquellos canales venecianos,
así se deslizaba esta tarde en mi vida.
Sobre góndolas imprudentes,
desvergonzadas, libres,
-propias de su mar indómito-
Transportaba una fracción de sí;
pasajera imágen que, dulcemente,
buscaba anclar en mis puertos vacíos.
Divina, de rojo, Buenos Aires
olvidó ese gris de nostalgia
con todos los otros colores,
ante éste suyo, tentador, peligroso,
totalmente irresistible.
...
Encuentro, luces, pasos, mesas.
...
Me detuve en sus ojos de asombro,
me perdí en su sonrisa incesante,
me mojé los ojos con el pelo en cascada,
y me embriagó en fragancia su cuerpo fugaz.
Y el tren, las horas, la gente, las copas...
el mundo la trajo: él mismo la vino a buscar.
Como un sueño tibio, un sol rojo de otoño,
me dejó de noche, y no vi nada más.
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