Bitácora del Navegante. Pensares.
Desde una blog amiga que navega en convoy, la imagen de una niña sensual y distraída me llama poderosamente la atención.
Sí, bueno..., es el género (masculino) que me empuja. Sin embargo (superado el sofocón de testosterona) alcanzo a leer que ésa imagen (una típica chica "pin up", de las que he posteado alguna vez) se corresponde a el Art Frahm... "El Art Frahm o los efectos del apio en el elástico flojo, parece que ha sido olvidado. Lleva este nombre porque en la serie de imágenes las chicas tienen en la mano una bolsa con víveres de diferente índole, pero existe un hilo figurativo que las une: el apio. El efecto de esta verdura hace que el elástico de su ropa interior se afloje y se le caiga..."
El artículo sigue, pero ya es suficiente para preguntarme si estoy equivocado, si estuve equivocado tanto tiempo....
Es que Art Frahm es, era o creía que era, un artista de mitad del siglo XX, y no un género dentro del Arte. Un artista del cartel, el poster, el anuncio y específicamente, del "cheesecake" y el "pin up". Busco -que para eso están hechos los buscadores- y encuentro que, si algunas páginas no me engañan, estaba en lo cierto.
Según tenía (y casi diría que sigo teniendo) por entendido, el Cheesecake Art se inicia a fines del s XIX, desarrollándose fundamentalmente en la década de los años 20 del siglo siguiente. Allí se globaliza "gracias" a las guerras (todas las guerras llevan y traen algo más que bombas), hasta alcanzar notoriedad mítica con las pin ups, fabulosas chicas que atraen la atención y "nos" animan (incluso acompañaron a los pilotos en las lides aéreas: recuerden la bonita película "Memphis Belle"). Básicamente concuerdan en poner en escena la figura de una señorita, ya distraída, pícara, inocente, ligera de ropas... pero siempre sensual y desbordando erotismo.
Abunden los lectores en la historia de este "peep art" o arte voyeur diría yo: uno es casi siempre un espectador que se topa con estas simpáticas beldades. (Nota de comedido: los que conocen mi casa y tienen buena memoria, recordarán un juego de espejos pintados que adonan la sala: en este link pueden ver la ilustración completa, de Jules Cheret, precursor del "arte poster" -arriba, a la derecha, Sarah Bernhardt-). Advertido de que existe quizás un error de interpretación, y que Art vive (o vivió, y no tuvo una verdulería, ni era herborista), descubro el peligro latente en los blogs, en estos nuevos métodos de comunicación. En realidad, el peligro no es nuevo: el error, cuando no la real malicia informativa, y la omisión (censura propia, y por ende previa), existen conjuntamente con los medios.
La responsabilidad no es sólo nuestra. Es cierto, no voy a repetir que "me parece que..." porque, justamente, esta página personal debe leerse como que a mí me parece que... todo lo que digo luego.
En las cuestiones de fe, en las experiencias emocionales, en mis creaciones y mis opiniones individuales, soy el intérprete último: me guardo ese derecho. En lo demás, sírvanse uds. -con pinzas esterilizadas- y descarten o cuestionen lo que les parezca erróneo, discutible, opinable, etc.
Al momento de escribir esto, veo en el artículo citado 41 comments, algunos de los cuales incurrirá inevitablemente en la ironía peligrosa, que ronda el error:
"...no conocía yo este arte, pero ¿es tan normal eso de que por comer apio se le caigan a una las prendas íntimas?..."
Hoy me toca hablar de arte, pero no nos olvidemos que no tengo diploma en bellas artes ni soy crítico de profesión. Por más -o menos- estima que sepan guardar hacia uno, recuerden que somos personas; y el bloggero de verdad es amateur, por lo que nunca debe uno tomar como "saber" lo que decimos, si no como un simple "conocer": ó, como solemos repetir en el foro, "a nuestro leal saber y entender..."
"...La única imagen de este catálogo en donde la modelo no trae una bolsa con apio pero si la ropa interior caída, es esta que vemos y que se titula Número, por favor (1957). No trae una bolsa con apio porque no es esta aromática legumbre la que provoca el desprendimiento, sino lo causa un accidente al atorarse el vestido en la puerta.
Está muy bien realizada la expresión de sorpresa de las chicas cuando en el camión, en la calle, en el boliche o en un elevador, sienten que su ropa interior no está en su lugar, que se les ha venido abajo. Los zapatos son clásicos de los años 50', así como esos vuelos de las faldas que recuerdan la famosa imagen de Marilyn Monroe. Ojalá que disfruten el Art Frahm tanto como yo..."
Ahora sí, la jauría se impacienta y tengo que largar a los perros... Ekman, Elliot y Elvgren (mi favorito!, junto a Earl) recios comedores de verduras, y anteriores (alfabéticamente hablando) a Frahm, Art Frahm. A volar chicos!
Saludo Uno a mi estimada colega Magda
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