martes, abril 05, 2005

Pensares. Anzuelos en el aire.

Bitácora del Navegante. Pensares.

Del viejo post de mar anterior, sobre el potencial que tienen las bitácoras como formadores de opinión, me surgieron inquietudes.
Inquietudes, como imágenes.
Imágenes, como sueños.
Sueños, como pesadillas.
El ambiente: 1984, de George Orwell. donde hay una superestructura que domina el periodismo. Este es un tema interesante, pero que afecta a un mínimo porcentaje de las weblogs, dedicadas específicamente a la noticia y su divulgación.
Transcribo este párrafo (brevitatis causae):
-Hay, en esta sociedad de "1984", un equipo de miembros que tiene como misión el cambio de la historia en los textos y documentos. Winston Smith hacía parte de él. Era una tarea indispensable para evitar la inconformidad de los "proles" (que no tendrían otra realidad con que comparar la suya) y mantener la unidad del partido. Esta tarea la realizaba el Ministerio de la Verdad, cuya acción no se limitaba a los documentos históricos, como en las sociedades totalitarias anteriores, sino que incluía el pensamiento. Había que borrar ese pasado del recuerdo para evitar que los hombres, incluso los del partido, pensaran en que alguna vez fue diferente; y la razón es que el partido "se halla en posesión de la verdad absoluta y, naturalmente, lo absoluto no puede haber sido diferente de lo que es ahora"...-
Mmmm. Obviamente, es muy difícil modificar la noticia en soporte papel (recolectar y reimprimir todos los diarios, las revistas...). Pero en un medio dinámico y accesible (caracteres propios de Internet), casi nada es imposible...
Yo puedo escribir esto hoy miércoles 06/05/04 a las 00:23 hs. (mamma mia!)
Pero puedo, por ejemplo, consignar que lo escribí el 06/05/04 a las 00:30. El medio me lo permite.
Y no sólo eso: puedo volver mañana o el año que viene y modificar, además de la fecha de lo publicación, el contenido mismo.
La gente olvida pronto, demasiado pronto las palabras. Hasta las suyas.
Pero para algunos, lo dicho -bien o mal- dicho está. (Ulises dixit)
No hablemos de la información maliciosa, que escapa a la presunción de la que parto, de que todos tenemos una intención de comunicar verdades.
Dejemos de lado también la propia obra: un poema de nuestra autoría al que le falta una coma, un nexo, una palabra en fin. Minucias, que modifican poco el texto.
El tema es -catalogando al arte como una obra abierta-: si el cuadro, el poema, el artículo se cierra cuando el lector lo lee -y así ambos son partícipes de la creación-, hasta donde llega el derecho del autor de modificarla sin consentimiento o, peor, sin aviso posterior?
No veo mal que información errónea o incompleta sea rediseñada, reescrita, reformulada, y hasta actualizada. Yo agregaría links posteriores, postdatas (de hecho, post-data, es una referencia de tiempo: supone una anotación posterior). Nosotros (los bloggers) usamos carnaduras temporales. Afincamos los post en el tiempo (el espacio sigue siendo virtual). Son las boyas que dejamos marcando la historia.
Entonces, está mal que un artículo sea reformulado y actualizado "en bien de la verdad"?
No señor. A lo sumo, un lector-visitante que ignore el texto anterior, lo tendrá por no existido. Y para ése lector, no existirá el error. Nunca hubo otra obra que la que lee en ese momento.
Sin embargo (y en realidad) habrá dos, tres, varios textos dando vuelta por las mentes suspicaces de los visitantes. Si el lector tiene el derecho de multi-interpretar el texto, un nuevo "poder" confiere al autor, la facultad de reinventar el texto.
Y eso está mal? No parece... En éste medio.
Aunque yo, particularmente, prefiero recoger los beneficios de la universalidad, inmediatez y accesibilidad de Internet para comunicarme, cargando a bordo algunos viejos modismos del papel, que se me quedan impresos. En tinta (por ahora?) indeleble.
No está mal. Cada quien, es cada cual.
Y hay muchos peces en el mar. Y en la red.

Cuando nació Internet, muchos se preocuparon de "quién" iba a ser el que "controlara" los contenidos...
Gracias a Dios, no hubo un "quien" (la complejidad hacía imposible revisar todos los contenidos, todas las páginas, todas los sentidos de una misma palabra...).
E Internet creció, y está en tus manos, en tus ojos... en tu boca?.
Recuerdo un fragmento de Highlander (I ó II) donde el personaje de Sean Connery (un "inmortal de la antiguedad, resucitado") rechaza la comida de avión diciéndole a la azafata (más o menos textual) que no acostumbra a comer cosas que no puede identificar.
En definitiva: que piques, que tragues el anzuelo (que seas un pescado bah!) sólo depende de vos y de tu destreza para comer una buena carnada, y no ser capturado.
Aquí algunos datos interesantes, para profundizar sobre el tema de la ética (todo gira en torno a ella, al final). Cuestiones pre-dialogales tienen que (deberían) ser tenidas en cuenta, conocidas por el lector: yo, por ejemplo, siempre que escribo algo (ensayo, prosa o verso) lo hago en cursiva. Esa es mi marca personal que se fue imponiendo: mi firma, mi letra "manuscrita" que dice que escribo yo, y allí no estoy parafraseando ni copiando a nadie.
"Quisiera dejar algo bien claro: pueden existir más de un medio simultáneamente. En mi vida cotidiana puedo leer un libro y ver la televisión en el mismo día. La invención de la televisión no acabó con el libro. Ambos medios siguen conviviendo actualmente. Por ello nunca podría sugerir que las bitácoras deban sustituir a la televisión, el libro, los diarios las revistas o cualquier otra forma de medio de comunicación.
Sin embargo, debemos reconocer que cada medio tiene funciones y posibilidades singulares. Las bitácoras son capaces de comunicar ciertas cosas a determinadas personas en modos también particulares. "

1.- Publicar unicamente con veracidad.
2.- Víncule el material en línea que exista.
3.- Corregir publicamente cualquier desinformación.
4.- Escribir como que no pudieramos cambiar; agregue pero no reescriba ni borre.
5.- Exponga cualquier conflicto de interes.
6.- Haga notar fuentes cuestionables o con tendencias.
Seis consejos éticos de Blood.
Evita conflictos de intereses, reales o aparentes.
Mantente independiente de asociaciones y actividades que puedan comprometer tu integridad o dañar tu credibilidad.
Rehusa regalos, favores, pagos, viajes gratuitos o tratamientos especiales. Evita de forma consistente segundos empleos, actividades políticas y trabajos como funcionario público de cualquier tipo si pueden comprometer de algún modo tu integridad como periodista.
Niega cualquier tipo de tratamiento favorable a anunciantes y grupos de intereses especiales, y resiste sus presiones para influenciar la cobertura de determinadas noticias.
Ten cuidado con las fuentes que ofrecen información a cambio de favores o dinero.
Sin embargo, los principios que parecen estar emergiendo y alcanzando cierta aceptación entre la comunidad de bloggers serían algo así como los que siguen (de nuevo, traducción libre mía)
Revela, revela, revela cualquier posible o aparente fuente de influencia. La transparencia - de acciones, motivos y consideraciones financieras de cualquier naturaleza - es la regla de oro de la blogosfera.
Sigue tus pasiones. Escribe sobre aquellos temas que verdaderamente te importan.
Sé honesto. Escribe lo que piensas.
Confía en que tus lectores formen su propio juicio y lleguen a sus propias conclusiones.
La reputación es la moneda principal del ciberespacio. Mantén tu independencia e integridad - la confianza perdida es dificil de recuperar.
Otros tantos consejos de Dans.
Post-Data: al final, termino escribiendo esto a la 1:20... Si funciona bien mi reloj... ;)