Bitácora del Navegante. Aviso.
Mirando unas fotos, buscando un poco de tranquilidad, llega un Aviso, una de esas pequeñas chalupas que traen noticias, y me entero.
Vaticano.- La Iglesia católica eligió el martes como Papa al cardenal Joseph Ratzinger, guardián de la doctrina y bastión del ala conservadora, en el primer cónclave del siglo.El nuevo pontífice, elegido en poco más de 25 horas, escogió el nombre de Benedicto XVI para ejercer como el Papa número 265 desde San Pedro.
El protodiácono chileno Jorge Arturo Medina Estévez fue el encargado de hacer el anuncio a una multitud reunida en la Plaza de San Pedro.
"Queridísimos hermanos y hermanas", dijo Medina Estévez al iniciar un breve mensaje en italiano, español, francés, alemán e inglés, que concluyó con el tradicional "Habemus papam".
Obra de la Providencia y el cónclave, la elección deja algún dato curioso:
El cardenal decano, de 78 años, que es uno de los dos únicos purpurados que ya ha vivido la experiencia de un Cónclave, definió este momento como «la hora de gran responsabilidad de la Iglesia católica» y finalizó su homilía pidiendo «que después del gran don del Papa Juan Pablo II, se nos done un nuevo pastor según su corazón, un pastor que nos guíe al conocimiento de Cristo, a su amor y a la verdadera alegría».
No más del nuevo pontífice, que sus propias palabras, en la interpretación del último secreto de Fátima:
"En el viacrucis de este siglo, la figura del Papa tiene un papel especial. En su fatigoso subir a la montaña podemos encontrar indicados con seguridad juntos diversos Papas, que empezando por Pío X hasta el Papa actual han compartido los sufrimientos de este siglo y se han esforzado por avanzar entre ellas por el camino que lleva a la cruz. En la visión también el Papa es matado en el camino de los mártires. ¿No podía el Santo Padre, cuando después del atentado del 13 de mayo de 1981 se hizo llevar el texto de la tercera parte del « secreto », reconocer en él su propio destino? Había estado muy cerca de las puertas de la muerte y él mismo explicó el haberse salvado, con las siguientes palabras: « ...fue una mano materna a guiar la trayectoria de la bala y el Papa agonizante se paró en el umbral de la muerte » (13 de mayo de 1994). Que una « mano materna » haya desviado la bala mortal muestra sólo una vez más que no existe un destino inmutable, que la fe y la oración son poderosas, que pueden influir en la historia y, que al final, la oración es más fuerte que las balas, la fe más potente que las divisiones."
Otro dato curioso, es la adopción del nombre de Benedicto. Por lo menos para mí, que me hace recordar a San Benito... Por mi relación con el monasterio benedictino de Los Toldos, cuyos primeros monjes, si mal no recuerdo, vinieron del monasterio de Einsiedeln... un lugar que me devuelve al paisaje de aquellas fotos que estaba mirando. Todo continúa, en forma cíclica.
Todo sigue allá afuera.
|