Bitácora del Navegante. Memorias.
A veces, una imagen vale más que mil palabras.
A veces, hacen falta las palabras.
"...Sin embargo, y al decirlo Elie Wiesel puso el dedo en la llaga más actual, "si el mundo hubiera aprendido de los horrores cometidos en los campos de concentración nazis, tal vez se habrían evitado los genocidios en Camboya, Bosnia y Ruanda" Y culminó con una exhortación: "Sabemos que para las víctimas ya es muy tarde. Para ellos, que fueron abandonados por Dios y traicionados por la humanidad, la victoria llegó demasiado tarde. Pero no es muy tarde para los niños de hoy, los nuestros, los suyos...".
A 60 malditas millas de la liberación de Auschwitz.
Estoy tan lejos de ese tiempo...
Y tan cerca de esa humanidad...
Qué sólo puedo pedir perdón,
a todos, por todos. A El.
Perdón.
"Tenme piedad, oh Dios, según tu amor,
por tu inmensa ternura borra mi delito,
lávame a fondo de mi culpa,
y de mi pecado purifícame.
Pues mi delito yo lo reconozco,
mi pecado sin cesar está ante mí;
contra Ti, contra Ti solo he pecado,
lo malo a tus ojos cometí."
Párrafo primero del Salmo 51
Se trata del más famoso de los salmos penitenciales (nº 51) y la expresión más perfecta de un corazón verdaderamente arrepentido. Se atribuye al rey David, el cual lo pronunció tras su arrepentimiento por el adulterio cometido con Betsabé. A próposito de él comenta San Pedro de Alcántara (1499-1562): Misericordia, Dios mío, por tu bondad. Porque si en todas tus obras eres incomparable, en la misericordia te superaste a ti mismo... Te encarnaste por misericordia, naciste, viviste, moriste por misericordia. Tan natural te es tener misericordia como al fuego quemar y al sol alumbrar; y antes dejará el fuego de quemar y el sol de alumbrar, que tú de tener misericordia. ¿Acaso te faltará misericordia para un pobre como yo, que con tanta insistencia te la pide?. (Fuente: Directorio franciscano).
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