Tintas. Otoño.
Bitácora del Navegante. Tintas.
Danadd
Tus labios dicen el otoño.
Mi cuerpo otoños tiene, otoño siente.
Mis manos quieren serte fiel, en este otoño.
Sabia savia del otoño, que se reserva la vida!
Otoño; en otoño soy hoja que declina;
Soy esa hoja que ya no se necesita;
Aquella que debe darse al árbol.
Darme a quien me vio nacer de un brote,
Quien formó mis nervaduras invisibles,
Por donde corren los ríos de esta savia:
Sangre que me dejó ser y hoy me desangra.
Es hora en que el árbol exige mi entrega,
Necesita cerrarse sobre sí mismo para vivir,
Tiene que marchitar este cordón umbilical
Que me sostuvo verde bajo la luz del sol.
Tengo miedo de caer! Qué pasa luego?
Es el otoño la injusticia de la vida natural,
Y la primavera su contracara previsible?.
Es Natural: siempre habrá pobres y hojarasca.
No entiendo! estoy cayendo…llega el frío.
Veo a todas en mí, a quienes caen,
A las que me esperan olvidadas allá abajo,
A las que resistirán un poco más allá en lo alto.
No entiendo! No era triste allá en el cielo…
Pero me agradan los colores con que visto;
Me agrada, pese al miedo, caerme sola,
Me agrada ser al fin parte del suelo.
Quizás, éste último despojo, que del otoño queda,
Marque una estación de amor, en un libro de poemas;
Vuelva en humus, y sea savia, tronco, raíz o rama,
O cubra de palabras esta hoja, vestida para ti de primavera.

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