viernes, diciembre 31, 2004

Descontexto. Buen Año y con Esperanza

Bitácora del Navegante. Descontexto.


“…Y Alejandra, mientras asentía con una sonrisa, le decía a Martín:
-El mundo es una porquería.
Martín reaccionó.
-No, Alejandra! En el mundo hay muchas cosas lindas!
Ella lo miró, quizá pensando en su pobreza, en su madre, en su soledad: todavía era capaz de encontrar maravillas en el mundo! Una sonrisa irónica se superpuso a su primera expresión de ternura, haciéndola contraer, como un ácido sobre una piel muy delicada.
-Cuáles?
-Muchas, Alejandra!- exclamó Martín apretando una mano de ella sobre su pecho-. Esa música… un hombre como Vania, y sobre todo vos, Alejandra… vos…
-Verdaderamente, tendré que pensar que no has sobrepasado la infancia, pedazo de tarado.
Se quedó un momento abstraída, tomó un poco de vodka y luego agregó:
-Si, claro, claro que tenés razon. En el mundo hay cosas hermosas… claro que las hay…
Y entonces, dándose vuelta hacia él, con acento amargo agregó:
-Pero yo, Martín, yo soy una basura. Me entendés? No te engañes sobre mí.
Martín apretó una de las manos de Alejandra con las dos suyas, la llevó a sus labios y la mantuvo así, besándosela con fervor.
-No, Alejandra! Por qué decís algo tan cruel! Yo sé que no es así. Todo lo que has dicho de Vania y muchas otras cosas que te he oído demuestran que no sos así!.
Sus ojos se habían llenado de lágrimas.
-Bueno, está bien, no es para tanto- dijo Alejandra.
Martín apoyó la cabeza sobre el pecho de Alejandra y ya nada le importó en el mundo. Por la ventana veía cómo la noche bajaba sobre Buenos Aires y eso aumentaba su sensación de refugio en aquel escondido rincón de la ciudad implacable. Una pregunta que nunca había hecho a nadie (a quién habría podido hacérsela?) surgió de él, con los contornos nítidos y brillantes de una moneda que no ha sido manoseada, que millones de manos anónimas y sucias todavía no han atenuado, deteriorado y envilecido:
-Me querés?
-Ella pareció vacilar un instante, pero luego contestó:
-Sí, te quiero. Te quiero mucho.”


Sobre Héroes y Tumbas, Fragmento, Ernesto Sábato.