Atracan. "Hombres..."
Atracan. Izamos documentos.
Un chinchorro se acerca. Trae unos documentos, de una lejana nave que aguarda entre nieblas... prefiere no acercarse mucho.
Despedimos el bote y leo en el encabezado: "Hombres..."
"Cómo ha podido hacerme esto... Todo iba bien, parecía... Yo estaba tan contento, pero no, iba a tener razón todo el mundo; cuidado, mucho cuidado, que son unas lobas... Ella parecía diferente. Y yo enterándome el último. Porque sus amigas lo tenían que saber... La muy zorra... Todo el mundo estaba enterado... Y yo soy una persona decente, no sé porque tiene q hacerme esto...Me he portado bien con ella. No lo entiendo, no entiendo nada. Por fin viene a decírmelo, porque esto ya se comentaba por ahí..., viene con aire de normalidad, tímida, asustadiza: “tengo q decirte algo”. Como avergonzada... Como si supiera ella lo que es la vergüenza, la tía cínica. Me mira, parpadea, abanica el aire con esas pestañas, vamos, que me pone ojos de Bambi... No, de Bambi no, de conejito Tambor, que es lo que es.... Y va y lo suelta, así, sin paños calientes; va y dice que me quiere, la muy puta."
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