Schökel: Vida Breve
Bitácora del Navegante. Descontexto.
Los hombres son un sueño al amanecer,
se renuevan como la hierba,
por la mañana se renuevan y florecen,
por la tarde se seca y la siegan.
Enséñanos a llevar cuenta de nuestros días
para que adquiramos un corazón sensato.
Sal 90, 5.6.12
Pero la hierba no siente que la siegan, la flor no tiene conciencia. Sólo el hombre puede conocer y aceptar la vida breve que le conceden: "setenta años y los más robustos hasta ochenta". Job confesaba: "mis días corren más que la lanzadera".
En perpetuo vaivén, tejiendo un tejido que se rasgará "como un tejedor devanaba yo mi vida, y me cortan la trama" (Is 38,12).
Rebelarse es necedad.
Aceptarlo es sensatez, que confiere densidad a la brevedad.
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