Bitácora del Navegante. Oratorio.
Mañana al azar, en la parroquia de Caacupé. No creo que sea al azar que también se recuerde la Asunción de la Virgen, y los 20 años de la parroquia.
Quien sabe...
Del cancionero, me quedo con estas líneas:
Tendrá que haber un nuevo día,
tendrá que haber una ilusión,
en donde todo sea alegría,
en donde todo sea amor.
Gracias Señor por mis caídas,
gracias Señor por tu perdón.
Por nosotros diste la vida,
y te la damos para vos.
Veré nacer un nuevo día.
Veré brillar de nuevo el sol.
Veré surgir una esperanza,
reinará la dicha, renaceremos al amor.
Un nuevo día, Nº 51
Debes amar la arcilla entre tus manos,
Debes amar su arena hasta la locura;
y si no, no la emprendas que será en vano.
Sólo el amor alumbra lo que perdura.
Sólo el amor convierte al milagro en barro.
Debes amar el tiempo de los intentos,
Debes amar la hora que nunca brilla.
Y si no, no pretendas tocar lo cierto:
Sólo el amor engendra la maravilla,
Sólo el amor consigue encender lo muerto.
Sólo el amor, Nº 53.
domingo, agosto 15, 2004
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