Bitacora del Navegante. In Memoriam.
"Que Dios te bendiga y que todo vaya conforme a tus deseos"
Regina a Soren, fuera de una iglesia, 14 años después de la ruptura.
"Michael Kiergkegaard fue un comerciante en lanas que, en Copenhague, tuvo que casarse con Anne Lund (su segunda esposa) porque la había dejado embarazada.
El 5 de mayo de 1813, cuando ella tenía ya 45 años y Michael 56, nació su séptimo hijo, Soren, quien pagó el agotamiento de sus padres con la vitalicia carga de su espalda gibosa y sus piernas desparejas.
El padre, de piedad creciente a medida que declinaba en años, se sentía acongojado por el recuerdo de sus pecados sexuales juveniles y por un ataque de ira, durante el cual había maldecido a Dios; ahora se consumía en prolongadas depresiones melancólicas, ocasionadas por su complejo de culpa, al que procuraba vicaria expiación dando a sus hijos repetidas inyecciones de teología luterana, que subrayaban la innata depravación del hombre.
Cuando Soren tuvo noticia de los pecados de su padre sintió que había heredado la culpa paterna y que sólo mediante una vida de profunda devoción religiosa podría purificarse. Durante diez años (1830-1840) estudió principalmente teología en la Universidad de Copenhague.
En 1836, durante una francachela, visitó un burdel "y allí copulé con una prostituta". La conciencia de esta caída le llenaba de verguenza y desesperación, y hasta le hizo pensar en suicidarse.
Mejor cara le presentó la vida un año después, cuando conoció a Regina Olsen, una hermosa mocita quinceañera. Soren se la quito a otro pretendiente, y en 1840 ella se comprometió y le dio el correspondiente anillo. Pero la felicidad de Soren se veía amargada por su secreta angustia acerca de su aptitud física y moral para el matrimonio. Tenía derecho a unir a tan saludable muchacha con un jorobado, débil de piernas y de dudosa virilidad? A veces se confesaba no ser hombre completo, ya que le faltaba el elemento animal. Temía que la culpa en que siempre pensaba la hubiese heredado de su padre, vinculándola con el acto sexual, por el que pasaría a su esposa e hijos.
Y por la consiguiente verguenza y temor, Kierkegaard se sintió incapaz de contraer matrimonio.
En agosto de 1841 le devolvió a Regina su anillo terminando el compromiso y declarándose indigno de ella. Cuando la novia le pidió que reconsiderara tal acto, Soren se escapó a Berlín y allí escribio su principal obra, Uno u Otro, donde cuenta tales amores mediante personajes ficticios. El protagonista, para aliviarse del dolor que sufre por la ruptura de su compromiso, pretende convencerse de que es un picaro que nunca podría hacer feliz a una mujer buena.
Regina se recobró con descorcentante rapidez, pues se casó con Friedrich Schlegel y rechazó los esfuerzos que hizo Soren para que lo aceptaran como amigo de la familia.
Soren no se casó nunca, pero en su testamento legó todas sus posesiones a "Madame Regina Schlegel..." aunque apenas alcanzaron para pagar el funeral".
de Interpretaciones de la Vida,
de Will y Ariel Durant
Soren Kierkegaard falleció a los 42 años, el 11 de noviembre de 1855.
A su memoria. Por esa sensibilidad tan tremenda y estanca, que exige una valentía de igual dimensión para contenerla y aguantar la vida.
Y a la memoria de su único amor, Regina; y a esa capacidad vital de fluir, de continuar pese a la adversidad, con "desconcertante rapidez".
Porque la vida "no es lo uno o lo otro, sino lo uno y lo otro".
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