Bitacora del Navegante. Descubrimientos.
"...en toda la poesía argentina, hasta hoy,
es una voz solitaria en su extrema percepción."
JACOBO FIJMAN
BESARABIA (RUSIA), 1898- BUENOS AIRES, 1970.
PUERTO
Amanecer de invierno.
Un puerto.
Ha roto su órbita un silbato
sobre los hombros de la bruma.
Lamentación del mar
y cobres de los horizontes.
Se contraen las torres silenciosas;
beben las calles gritos
en sus campanas.
En las piedras
quiere tallarse el viento.
"¿Qué es un artista? Es un hombre que se mete en esa zona, en su infierno personal, que con su propio mundo despedazado, y el mundo exterior despedazado, reuniendo esos fragmentos de alguna manera, consigue un objeto estético, ubica algo otra vez sobre un mundo, y cuando puede, si es que vuelve sano de ahí, agrega en el universo un objeto bello, que es el fin de todo comportamiento estético.La diferencia esencial es entonces la posibilidad de ir y volver. Pero al bajar a esas zonas dantescas no hay garantías de que se vuelva. Todo salto hacia esa zona es también un salto hacia la locura."
TODO LO QUE UNO RECIBE ES PASION
No soy enfermo. Me han recluido. Me consideran un incapaz. Quiénes son mis jueces…
Quiénes responderán por mí.
Hice conducta de poesía. Pagué por todo.Sentí de pronto que tenía que cambiar de vida.
Alejarme del mundo. Y me aislé. Me fui de todos, aun de mí…
Hoy es la demencia un estado natural.
Todas las palabras son esenciales. Lo difícil es dar con ellas.
El delirio son instantes. Puede durar toda la vida.
Mi poesía es toda medida.
El arte tiene que volver a ser un acto de sinceridad.
"Tengo el agrado de dirigirme a V.S. para manifestarle que el sujeto JACOBO FIJMAN ha sido remitido por la Policía de la Capital Federal a este Hospicio, el día 2 de noviembre por hallarse afectado de alienación mental, la que fue diagnosticada de psicosis distímica-Síndrome Confusional."
POEMA V (de Hecho de estampas)
Yo estaba muerto bajo los grandes soles, bajo los grandes
soles fríos.
A través de mi llanto
oigo el agrio sudor de la precocidad.
Yo vuelvo sobre un musgo
y las ciudades crecen a la aventura hasta la noche
del estupor.
Miseria.
Dios pesa.
Me llaman vientos del mar.
Van y vienen en grandes cambios; se alargan
en saltos irritados
que apagan mi temblor, que exasperan los sueños.
Jamás podré seguir.
Yo me veo colgado como un cristo amarillo sobre
los vidrios pálidos del mundo.
¿Porqué está internado en este sitio?
Según los médicos debido a que estoy enfermo. Trastornos mentales. Yo creo sin embargo que la mayoría de la gente padece de trastornos mentales, incluso los propios médicos.¿O acaso la mayoría de los que están en los almacenes y en las tiendas es gente de razón?¡ Ninguna! Y los médicos por ejemplo, el que más o el que menos padece de psicosis.¿Y es que alguien sabe lo que es el alma, lo que es el intelecto?
Pero así como hay muchos delincuentes que han cometido delitos, y trabajan y no los tocan para nada, también una persona por más loca que fuera, si trabaja no la internan.
Cuando a mí me internaron, hacía más de una semana que estaba en la calle, sin comer, sin dormir. Me llevaron en ese estado desfalleciente a Villa Devoto, me tuvieron dos días, y luego me trajeron aquí.
Eso fue en el año 1942. Me aplicaron el electroshock. Se ve que querían sacarme la enfermedad del cuerpo. Pero yo no me quejo. De qué tendría que quejarme. Los médicos son buenos. Hacen lo que pueden. Recetan, dan consejos...
Y además, si me fuera de acá, ¿adónde iría? No tengo nada. No tengo a nadie.
Del Reportaje de Zito Lema (Fuente)
EL CANTO DEL CISNE (de Molino rojo)
Demencia:
el camino más alto y más desierto.
Oficio de las máscaras absurdas; pero tan humanas.
Roncan los extravíos;
tosen las muecas y descargan sus golpes afónicas lamentaciones.
Semblantes inflamados;
dilatación vidriosa de los ojos en el camino más alto y más desierto.
Se erizan los cabellos del espanto.
La mucha luz alaba su inocencia.
El patio del hospicio es como un banco a lo largo del muro.
Cuerdas de los silencios más eternos.
Me hago la señal de la cruz a pesar de ser judío.
¿A quién llamar?
¿A quién llamar desde el camino tan alto y tan desierto?
Se acerca Dios en pilchas de loquero,
y ahorca mi gañote con sus enormes manos sarmentosas;
y mi canto se enrosca en el desierto.
¡Piedad!
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