Bodega. Palabras Mágicas.
Bitácora del Navegante. Bodega.
Otras presencias, muy cuestionables, pero bueh, así es León. Me quedo con él y lo que trae. Por ahí rescato además de a Jara, Atahualpa y Pocho (el Angel de la bicicleta) a las Abuelas, más que a las Madres, a la Madre Teresa más que a tejerina, y por supuesto a los Padres Palotinos y a Carlos Mujica.
León es un tipo que junta los recortes de la masa artística y hace un pan musical tan rico como inusual.
Y para el final, como quien comparte un postre exquisito, me voy Para la Vida, volando con Alas de Tango .
Estoy aquí sentado debajo del pequeño sol
el que nos vio águila y también gorrión.
Qué hacer con el silencio cuando la cabeza estalla,
cómo parar la impotencia de no poder hacer nada.
Por qué querer matar a tus hijos
es para que duela años la sangre
ayer por no querer a la Patria
y ahora por quererla demasiado.
Leyes viejas, más genocidas
mal presagio para la vida.
Con la luz llena de sombras
y con el sol en sufrimiento
volví a mi casa de rodillas
y aquí mis amigos muertos.
En un país enfermo,
todas las cartas sobre la mesa
jugamos juegos perversos
entre fútbol y guerra.
Sangre de gloria, odio contra amor
dioses y bestias, locura y dolor
abriré las puertas de este vacío
porque el destino me lanzó hacia arriba.
Leyes viejas, más genocidas
mal presagio para la vida.
Insistiré con un mar de rosas
y construiré sobre cenizas.
Tendré un nuevo sueño en mis manos
y lucharé para que sea justicia.
Las mejillas de mis hijos en mis labios
y encontraré en sus ojos un nuevo descanso.
Leyes viejas, más genocidas
mal presagio para la vida.
Su frágil figurita iluminaba el salón
presencia de alas de tango alucinado y seductor
si Scola la hubiera visto se la llevaba con él
tan pálida, en su vestido negro, volaba de placer
El tiempo no era tiempo en aquel lugar
un solo gozo era ver las parejas bailar
cada giro en mi cabeza fué una historia
Buenos Aires con su magia se metió en mi memoria
Aromas de la noche entraban por el ventanal
reinaba el dos por cuatro en las inquietas miradas
acariciaba el bailarín su linda espalda
hacía girar sus pies al compás del alma
Alas de tango llenaban de luna la penumbra
y en un brindis de champagne la sala fué quedando a oscuras
el día que se baile tango en las calles del amor
cara a cara, ojos cerrados, corazón a corazón
Cada giro en mi cabeza fué una historia
Buenos Aires con su magia se metió en mi corazón.
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