domingo, diciembre 23, 2007

Pensares. Buenos Vientos.

Bitacora del Navegante. Pensares.

Navarea VI
Río de la Plata
Actualizado: 22/12/07
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** RIO de la PLATA 1519 22/12/07 **
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RIO DE LA PLATA INTERMEDIO
CANAL DEL NORTE. CARTA H-116
EN 34-35.01 S 57-09.48 W HUNDIDO VELERO "SAUDADE", ESLORA
7,50 M, MANGA 2,50 M, PUNTAL 1,40 M. DOS TRIPULANTES
DESAPARECIDOS. SE SOLICITA AVISTAJE E INFORMAR AUTORIDAD
MAS PROXIMA. INFORMACION SUMINISTRADA POR EL SOHMA

Con este radioaviso, así de breve, así de crudo, comenzó mi preocupación ayer.
Dos navegantes que venían de Punta del Este hacia Buenos Aires, habían caído al agua cerca de Colonia, República Oriental del Uruguay.





El Río de la Plata es nuestro "Mar Mediterráneo", y Colonia el puerto más frecuentado por los navegantes por su proximidad con Buenos Aires.
Se habla mucho de la camaradería naval, y lo cierto es que, además de las costumbres de cortesía, existe una hermandad entre los que navegamos -poco o mucho-: es un sentir común que se advierte, sobre todo, cuando hay mal tiempo. Lo primero que uno piensa cuando arrecia un temporal es si habrá alguien navegando en el río.
Los tripulantes al fin, fueron encontrados en la playa. Nadaron y fueron arrastrados casi 25 kms, desde la posición en que se encontró el velero abandonado.
Por suerte -y por buena diligencia-, tenían puestos los chalecos salvavidas.
Ahora ya la noticia es una "desgracia con suerte" y se puede compartir con alegría.
Pero ayer viví momentos de mucha preocupación, por la suerte de los dos tripulantes; y del barco que casualmente, tenía amarra en el club donde hice el curso de Timonel.



"Cuando recibieron la señal de socorro, la Prefectura y la Armada uruguayas desplegaron un operativo para rastrearlos por agua y por aire. En la búsqueda, hallaron el velero en el que viajaban desde Punta del Este hacia Buenos Aires, pero lo encontraron tumbado y vacío. Estuvieron flotando durante 16 horas hasta que, finalmente ayer, los dos argentinos que habían naufragado en la noche del viernes en el Río de la Plata fueron rescatados por dos lugareños.

Edgardo Fernández y Rodolfo Jaureguiberry reportaron la señal de socorro el viernes cerca de las 23, "en medio de un temporal de vientos estables de 50 kilómetros por hora y rachas de 70 kilómetros por hora", dijo a Clarín el jefe de Relaciones Públicas de la Prefectura uruguaya, Alejandro Añón. Contrarreloj y en medio de la tormenta, la prefectura uruguaya montó un operativo conjunto en el que colaboraron un ROU 12 (un patrullero de la Armada uruguaya), un helicóptero, una avioneta y una ADES 18, una embarcación de salvamento. Tres horas después, según Añón, encontraron "la embarcación tumbada, con las velas izadas y sin tripulantes a bordo" a seis millas de la costa uruguaya, donde desemboca el arroyo Cufré.

La dirección del viento terminó siendo crucial en sus destinos: los ayudó a arrimarse hasta alcanzar la costa de la playa Sur de Juan Lacaze, un balneario cerca de Colonia. Allí, a las 14.10, dos lugareños los vieron en el río y se arrojaron a salvarlos.

Los dos tenían síntomas de hipotermia y habían alcanzado a ponerse los chalecos salvavidas. Fernández, que también tenía puesto un traje de neoprene, fue trasladado a la Sociedad mutual de Obreros de Lacaze y dado de alta a las pocas horas. Jaureguiberry, de 42 años, fue llevado al Centro Asistencial de Salud Pública con hipotermia y seguirá internado al menos hasta hoy.

Jaureguiberry no es un improvisado en la materia: es socio del Club de Pesca y Náutica "Las barrancas" de San Isidro y es timonel laser, un navegante experimentado que participó en distintas regatas de esa categoría. La embarcación llamada "Saudade" en la que viajaban es un velero de un mástil de entre siete y ocho metros de eslora. El barco es un Miura 25, un barco viejo de madera laminada de aproximadamente 30 años de antigüedad."

Fuente: Diario Clarín.



sIf

Parece una tontería, pero de alguna forma para mí ahora "las fiestas" son verdaderas fiestas. Algunos dicen que Dios era el tercer tripulante del Saudade. Yo me conformo con la buena noticia, y lo doy por hecho al mismo Papá Noel. Gracias.

Me enseñaron que "el arte de navegar" es llegar seguro a puerto.
Deseo para todos ustedes, hermanos en este tiempo y este lugar, que alcancen el destino hacia el cual se dirigen, o aquél que todavía añoran.

Y mientras tanto, salud y buenos vientos!