Tintas. Hambre.
Bitácora del Navegante. Tintas.
Rasgo mi boca
Como mis vestiduras;
Como se rasga el velo de mi corazón.
Nombrarte sin nombrarte, mujer,
Eso es religión.
Y sólo queda imaginarte:
Que pronunciarte, jamás
Séame dado.
Que de palabras tengo el alma seca,
De letras, lágrimas agotadas.
Y que la lengua ansiosa desespera,
Por bañarse en hondas conjunciones.
Mis ojos duermen porque no estás:
Pronto, las manos buscarán reposo.
Anoche soñe que te comía,
En el sueño, tú eras mi carne.
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