Tierra a la vista. Galiza.
Bitácora del Navegante. Tierra a la vista.
Chove miudiño, unha espesa néboa o cubre todo.
Tempo para bicarse debaixo das mantas.
Tempo para miralos teus ollos.
Ollan para mín, inquedantes.
Non sabemos o que está para nós.
Non sabemos...
Nacíame contalo na lingua nai, nacíame.
Combarro. En mi corazón no llueves, Galicia.
"Un gran pintor. Pablo Picasso, que vivió dos años de su infancia en A Coruña, se llevó como recuerdo el viento. Hay una psicología de los vientos. Los vientos tienen nombre. El más peligroso es el que los pescadores llaman el viento de las viudas. Víctor Omgá, un joven de Camerún que acaba de publicar en gallego su odisea de inmigrante. As calexas do medo (Los callejones del miedo), aprecia el repique de la lluvia que le acompañó en la soledad de tres años clandestino. A un compatriota suyo, maravillado por la nieve, le pasó por la cabeza enviar un puñado por correo.
La niebla, oficialmente, reside en Londres. Pero un londinense de cuna, filólogo y traductor del gallego al inglés, Jonathan Dunne, dice que la primera vez que vio la niebla de verdad fue al apearse de un tren en Lugo. Se sintió en un planeta extraño. Hasta que un día, en una cafetería, se fijó en un anciano que, a su vez, contemplaba la lluvia por el ventanal. Llovía y llovía desde hacía rato. En un momento determinado, el viejo se volvió y le dijo: "¿Qué? Parece que llueve".
Me gustaría enviarte un fardo de niebla. A veces la niebla sirve para ver mejor."
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