sábado, diciembre 04, 2004

Tintas. El Nombre Secreto

Bitácora del Navegante. Tintas.

Anoche descubrí (descubrir sea tal vez muy pretensioso), intuí el Nombre de Dios, la Cífra Unica, El Código Secreto, la Palabra Mágica.
No estoy seguro si era sólo una palabra, un número, una imagen o una combinación de estros tres elementos.
Volvía cansado del trabajo a casa, con la mirada perdida en la intrascendencia que dejan ver las ventanas.
Al llegar, saludé y alimenté a mis perros, tomé un bocado y fuí a la cama.
Yo sabía a esa altura que algo fuera de lo normal ocurría; el Nombre no es un instante: es un proceso.
Me recosté. La fatiga era importante, aunque hacía esfuerzos para estar atento a cualquier signo.
Finalmente, segundos antes de que el sueño me abatiese, se presentó ante mì la intolerable y maravillosa Sabiduría del Universo, contenida en un par de letras, números e imágenes, unidas en el momento justo, en el tiempo exacto.
...
Eso es todo lo que hoy recuerdo: enseguida me dormí profundamente. No es posible recordar su Nombre una vez que se accede a El (y seguir con esta vida).
Igualmente, me aseguré de borrar con minuciosidad todo lo sucedido.
Temo al escribir estas sentencias...