Shökel: Reflejo de su gloria
Bitácora del Navegante. Descontexto.
Vemo a Jesús,
que en la pasión y muerte
fue menos que un dios,
coronado ahora de gloria y majestad.
Heb 2,9
Jesús es el Hombre ejemplar, el hijo de Adán, la perfecta imágen de Dios, "reflejo de su gloria, impronta de su ser". En la pasión y muerte se vació del todo, como un hombre cualquiera (Fil 2). El Hijo de Dios se hace hijo de Adán para rehacer en los hombres la imagen de Dios. "Porque Dios quería conducir a la gloria a muchos hijos". Del Padre recibe Jesús a los hombres como hermanos y se los devuelve como hijos:
El cual transformará nuestro cuerpo humilde
en la forma de su cuerpo glorioso.
Flp 3,21
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