domingo, octubre 03, 2004

Schökel: 100 máximas bíblicas

Bitácora del Navegante. Oratorio.

Y hablando de capitaneadas... Maquiavelo sugería realizar todo el mal de una vez, y he aquí mi decreto. Así como espero dedicar unos segundos a Serrat, quiero dedicarles otros tantos a Luis Alonso Schökel, benedictino de ley, autor de muchísimos libros, comentarios y traducciones de salmos y textos (como la Biblia del Peregrino).
Transcribo citas de "100 máximas bíblicas: El Hombre".
Comienzo con el Prólogo.

Presta oído a las máximas de los doctores
presta atención a mi experiencia:
te serán gratas si las guardas en tu entraña
y las tienes todas a flor de labios.
Proverbios 22, 17

Máximas, sentencias, dichos, aforismos, proverbios, refranes.
Monedas de oro, de plata, de cobre, en que acuñamos pensamientos y sentimientos, para que circulen, se intercambien, enriquezcan.
Se pueden coleccionar en serie, y resulta el libro bíblico de los Proverbios. Se pueden desarrollar en breves instrucciones y resulta el libro del Eclesiástico. Podemos topar con ellas en textos narrativos, proféticos, de oración. Son parte de ellos y no incrustación advenediza -como la nariz es parte integrante del rostro y no pegote extrínseco de carne.
Que hacemos con ellas? Si se encuentran en colecciones, es légitimo y facil aislarlas y reordenarlas según algún criterio. Si son parte integrante de otros textos, es lícito sacarlas del contexto y ofrecerlas aparte? Serían como los frutos de un árbol, que siendo parte vital de él, se ofrecen al aprecio del apetito. Hay que gustar y comer los frutos uno a uno, sin darse un atracón nocivo.
Mi tarea ha sido identificar dentro de un tema general, "el hombre", extraer, retocar en algún caso y organizar según un orden no muy riguroso. La tarea del lector será escoger una breve ración cotidiana, leer y releer, dejar que resuenen en la meditación, quizá apuntar en la página alguna reacción personal. No he pretendido componer un tratado de antropología bíblica.
Las máximas son concentrados verbales. Es razonable dluirlas en comentarios ajenos? Algunos dicen que sí. Yo no me daré por ofendido si el lector prescinde de mis comentarios o, menos aún, si los sustituye por los suyos...

Las máximas de los doctores
son como aguijadas
y como clavos bien clavados
Ecl. 12, 11