miércoles, junio 02, 2004

Bitácora del Navegante. Bodega.

En los tiempos de tormenta o calma extrema la situación es la misma: los marineros se unen y matan su tedio o su temor con dosis de gulag, cuentos y canciones.

Ricardo Arjona: Te Enamoraste De Ti

Si te divierte verme, y te gustan mis besos, y me ves como el perfecto compañero de tertulias,
si soy tu amigo con derecho, mientras te dure la parranda,
no te enamoraste de mí, sino de tí, cuando estás conmigo.
Yo pensando en un futuro, tú en la rumba de esta noche,
si me quieres un poquito, dímelo aunque sea en fax.
Si te parezco divertido, pero en mí no piensas nunca.
No te enamoraste de mí, sino de tí cuando estás conmigo.
No, no, no, no te enamoraste de mí no, no así como yo de tí,
no, no, no te enamoraste de mí, no y no te enamoraste de tí cuando estás conmigo.
De las locuras que hacemos, de los besos furtivos, de tu risa y mis chistes, de la fiesta y el vino,
de las caricias que mueren, justo al haber nacido.
No te enamoraste de mí, no y no así como yo de tí.
¿Quién ganará la batalla de este amor desperdiciado
tú creyendo que me quieres yo queriéndote creer?
Si yo te quiero aunque te calles y tú te callas si te quiero.
No te enamoraste de mí sino de tí cuando estás conmigo.
Si le bajo el volumen a este ritmo que tocamos
yo me temo que el derrumbe puede hacerse aparecer
y lo que antes fue pregunta hoy es una afirmación.
No te enamoraste...
No, no, no...
No te enamoraste de mí, sino de tí cuando estás conmigo
y tú pensando en la rumba de esta noche y yo en un futuro contigo.
No te enamoraste de mí, sino de tí cuando estás conmigo
no y no, no y no, no te enamoraste de mí, fue la fiesta y el vino...